¿Por qué en un Divorcio a la mujer siempre se le asigna la vivienda familiar?

En los procesos de divorcio o separación en España, una de las cuestiones más difíciles y delicadas es la repartición de los bienes comunes, incluyendo la vivienda familiar. En muchos casos, se suele atribuir el uso de la casa a la mujer tras la separación, lo que ha generado cierta controversia y dudas sobre los motivos y la justificación de esta práctica. En este artículo, veremos los motivos por los que en un divorcio se le asigna la vivienda familiar a la mujer en la mayoría de los casos en España, basándonos en las leyes y la jurisprudencia.

En primer lugar, es importante aclarar que no existe ninguna ley en España que obligue a que la vivienda familiar deba ser asignada a la mujer tras un divorcio. No obstante, es cierto que esta es una práctica habitual en muchos casos, y se justifica con varios criterios que se consideran equitativos y justos.

Uno de los motivos por los que se suele atribuir la vivienda a la mujer es el interés superior de los hijos. En la mayoría de los casos, la custodia de los hijos se concede a la madre, lo que hace que la vivienda se le atribuya para garantizar la estabilidad y la continuidad en el entorno en el que han vivido. Se trata de evitar un cambio demasiado brusco que pueda afectar negativamente al bienestar de los hijos, lo que se considera el interés superior de los menores. En este sentido, es importante recordar que los tribunales españoles siempre buscan proteger y salvaguardar el interés superior de los menores en cualquier proceso de separación o divorcio.

Otro de los criterios que se tienen en cuenta a la hora de atribuir la vivienda a la mujer es el derecho a una vivienda digna, reconocido en la Constitución española. En muchas situaciones, tras un divorcio, la mujer puede encontrarse en una situación de mayor vulnerabilidad económica, por lo que la atribución de la vivienda se considera como un derecho fundamental para garantizar su estabilidad y bienestar. En este sentido, el Tribunal Supremo ha señalado en varias sentencias que la atribución de la vivienda a la mujer tras un divorcio se justifica por la necesidad de proteger a la parte más débil económicamente y evitar situaciones de desamparo.

Además, en muchos casos, la mujer ha sido la que ha dedicado más tiempo y esfuerzo a la familia y al hogar, lo que ha implicado renunciar a su carrera profesional o reducir su jornada laboral. En este sentido, se considera que la atribución de la vivienda a la mujer es una forma de compensar esta renuncia y de reconocer su aportación a la familia y al hogar durante el matrimonio. De esta forma, se trata de evitar situaciones de desigualdad o discriminación en el reparto de los bienes comunes.

Es importante destacar que la atribución de la vivienda a la mujer no implica necesariamente una discriminación hacia los hombres. En muchos casos, se establecen medidas compensatorias que permiten equilibrar la situación. Por ejemplo, puede establecerse una pensión alimenticia a cargo del hombre que compense el mayor gasto que implica la vivienda, o bien se puede acordar una liquidación de bienes que permita a ambos cónyuges recibir una parte

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